Bienestar no es igual a bendición

Bienestar no es igual a bendicion

La paz sea contigo.

A veces caemos en la tentación de creer que cualquier obra progresa en la medida en que alcanza más logros —materiales o de cualquier índole humana— y nos engañamos pensando que Dios nos bendice en la medida en que aumenta nuestro bienestar. Así, pensando en esto, acabé encontrando el sitio web de un pastor evangélico muy reconocido; en el narraban las experiencias de un evento llamado “Noche de Gloria”: milagros, curaciones y liberaciones. Al inició estaba escéptico, luego asombrado para luego terminar entristecido. Miles de personas en aquel estadio buscando un Dios “farmacia”. Todos van en busca de su propio bienestar y si se acercan a Dios es pidiendo su ayuda para salir de tal o cual problema. Casi nadie se acerca a Dios para rendirle culto, para darle la gloria que se merece o, en otras palabras, para reconocerle como Dios y creador. Casi Nadie. Y si se la da es para que acto seguido le pida algo en cambio. Todo esto se transforma en un gran negocio egoísta donde Dios se reduce a un vendedor de balcón que debe atendernos bien o “nos borramos” —nos vamos.

Pero la gracia no se puede medir por el bienestar material que tengamos, pues de ser así, Jesucristo hubiera sido el más desdichado de todos. Nació en un establo entre animales, vivió pobre y, aún siendo el Rey del Universo, trabajó como carpintero para ganarse el pan de cada día; cuando inició su ministerio público muchos no le comprendieron, le acusaron de actuar con el poder del demonio y de influir negativamente en el pueblo, finalmente terminó siendo asesinado de la peor y más humillante forma conocida entonces. Y pensar que en su bautismo Dios Padre dijo de Él que era “su hijo amado, el predilecto” (Mt 3,17). No creo que se haya equivocado.

La gracia de Dios se mide por la unión con Él. El más bendecido, el más prospero, el más amado, el más feliz… es el amigo de Dios, aunque sea un indigente colector de latitas. La unión con su creador hace al hombre realmente digno y pleno. En vano se afana en buscar fama y honor si al fin y al postre —como decía mi madre— no está unido a Dios. Soy mejor y más feliz, soy más humano y más hijo de Dios si estoy unido a Él. “Sin mí nada pueden”(Jn 15,5) dice el Señor. Puedo tener mil problemas, mil contrariedades, pero si estoy unido a Dios nada podrá socavar las fortalezas de mi vida, pues si Dios es “la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?”(Sal 27,1).

Dios te bendice aún en las adversidades. Te bendice y te cuida aunque todo se venga abajo. No porque las cosas se pusieron muy difíciles significa que Dios te haya abandonado. Al contrario, es ahí cuando más cerca de ti está. Creemos que le encontramos en la paz de una acogedora capilla pero desperdiciamos la oportunidad de encontrarle también en el fragor de la batalla, en las lágrimas de una decepción, en el arrepentimiento de algún error, en las cenizas de un fracaso o en la paciencia con los defectos ajenos. Recuerda que nuestra salvación ha nacido del mayor mal moral de la historia: la muerte del Hijo de Dios y quizá la mayor gracia de tu vida puedas encontrarla en el peor sufrimiento que puedas experimentar.

En todo lo anterior, no cuenta nada más que la unión con Dios. Sufrimiento lejos de Dios es sufrimiento en vano, pero un sufrimiento que se vive con Dios es sufrimiento redentor, sufrimiento verdaderamente liberador. Si alguna vez quisiste liberarte o sanarte de algo, posiblemente ese sufrimiento del que siempre huiste sea el remedio que necesitas. ¿Ya pensaste? Porque lo que vale no es la prosperidad de la paz, sino la unión con Dios.

Que Dios te bendiga.

Para librarse de la cruz, hay que dejarse crucificar.


La paz sea contigo.


¿Quién alguna vez no indicó que tal o cual persona, tal o cual situación era "su cruz"? ¡Esto es mi cruz!... ¡Aquel es mi cruz!... ¡Que cruz tan pesada!... quien más quien menos ya se expresó alguna vez así. Jesús, por su parte, nos ha indicado claramente el requisito del buen discípulo: cargar con la cruz de cada día y seguirle (cf. Lc 9,23); de lo contrario, no vamos a pasar de ser simples simpatizantes o admiradores de Jesús, pero nunca discípulos.


Esta cruz de cada día es lo difícil. Muchas veces, ante las innumerables dificultades de la vida comunitaria y de la misión, he dicho a Dios que mejor hubiera sido que se desate una feroz persecución contra los cristianos y que de un momento para el otro fuéramos martirizados por la fe. Pero, como era de esperarse de alguien con sano juicio, acabé por retractarme de mi súplica. No puedo quejarme de lo que Dios me da, ni siquiera de los sufrimientos que el permite, pues "en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman" (Rom 8,28).


Si no nos dejamos crucificar, si intentamos escaparnos de la cruz, acaso saldrá a nuestro encuentro otra cruz, y mas grande posiblemente. Si rechazamos la cruz, que no nos quepa duda que otra saldrá a nuestro encuentro y acaso más pesada (cf. Imitación de Cristo, Libro II: 12, 23-24).


¡Pobres de aquellos que no aprendan a llevar la cruz! ¡Cuánto sufrimiento todavía les espera! Probablemente nunca puedan ver la resurrección, porque no hay mañana de resurrección sin monte Calvario. ¡Cuantos son aquellos que quieren compartir con Cristo la mesa de su gloria, pero que pocos quieren compartir su cáliz de amargura!


Entonces, si me quiero librar de cruces tan pesadas debo dejarme crucificar. Nuestras cruces estarán allí hasta que hayan cumplido su misión: darnos crucifixión; es que Dios sabe cuan necesario es, para que seamos felices, extirpar de nuestras vidas cuanto queda de orgullo y soberbia, de vanidad y sensualidad, de lujuria y necedad. Y toda esta operación de limpieza no es posible sino solo a través de este sufrimiento diario aceptado con amor y valentía.


Muchos buscan en la Iglesia el último consuelo de los afligidos, y ciertamente lo hallarán. Pero casi todos olvidan que este consuelo no puede estar exento de dolor y sufrimiento. No porque Dios sea un sádico que goce con nuestro dolor, sino porque el problema somos nosotros. Somos como niños que al ser privados de algo que les gusta, aunque esto les sea nocivo, lloran desconsoladamente. Lo doloroso no es la prueba en si, sino el dolor que nos cuesta despojarnos de nosotros mismos y el dolor de desprendernos de nuestros vicios y apetitos. Cuan doloroso y sufrido es para un químico dependiente dejar su adicción a las drogas; cuan doloroso es para el joven lujurioso dejar sus vicios carnales; cuan doloroso es para nosotros dejar nuestra soberbia cuando se nos corrige y orienta.


Por el contrario, que felices hubiéramos sido si aceptáramos la cruz de las pruebas cada vez que se nos presentan. Las quejas no son el mejor camino; ni siquiera camino son. Ante las adversidades, silencio. Ante las contrariedades, atención. Dios siempre quiere enseñarnos algo cuando tenemos pruebas en nuestras vidas. Por eso, es conveniente que ya no dejemos pasar las oportunidades de aprender algo nuevo, de corregirnos en algo o de superar algún vicio cada vez que tengamos cruces. Solía decir siempre a algún misionero en la orientación espiritual: Si no aprendes lo que tienes que aprender en este momento de sufrimiento y dejas que pase sin más, no vas a aprobar la materia y se te acumulará. Si no eres capaz de corregirte ahora, esto se convertirá para ti en una materia pendiente; si hoy Dios envía y permite esta probación, hoy es el día para aprender lo que tengas que aprender. Si lo dejas para otro día, pues… será como repetir de grado: nunca llegarás a comprender las cosas más altas, nunca llegarás a comprender ni amar a Dios.


Que Dios te bendiga.


He vencido al mundo.

¿Para qué tanto esfuerzo si después todo se hecha a perder? ¿Para qué tanto trabajo por la salvación de las almas si luego ellas por sí misas nuevamente corren tras las llamas de la perdición sin siquiera reflexionar en sus actos? ¿Por qué “partirse en dos” para trabajar por tantos que probablemente nunca lo agradecerán o nunca más lo considerarán cuando volvamos a encontrarnos con ellos? ¿No bastaría hacer solamente lo mínimo si, total, este mundo y esta sociedad no quieren saber nada de la verdad de Dios y no están ni un poco interesadas en ello? El mundo va de cabeza al abismo; y no porque alguien lo haya empujado a la fuerza, sino por su propia voluntad. En las noticias vemos como en todo el planeta cristianos son perseguidos, el aborto insiste en ser legalizado, la eutanasia ya se considera menú del día, las drogas, el sexo desordenado y la violencia aparecen como parte integral de una gran maquinaria que no hace otra cosa que triturar la dignidad del ser humano, transformándolo en una engranaje más de este aparato corrompido. El hombre no pasa de ser un “animal” – a veces – racional. En este contexto, tanto esfuerzo de los cristianos parece resultar en nada y las cosas aparentemente empeoran a cada día…

Queridos hermanos:

¿Muy pesimista no? Y sin embargo no estamos lejos de todo esto. Todos estamos de acuerdo en las preguntas y enunciados que coloque antes. Sin embargo, Jesús nos dice: “En el mundo tendréis tribulación. Pero ¡ánimo!: yo he vencido al mundo.” (Jn 16,33). He aquí nuestra esperanza y confianza. He aquí la esperanza de tantos que luchan sin cesar por un mundo mejor, que son capaces de renuncias heroicas en pos de estos ideales.

Un mundo mejor no es una utopía, sino la esperanza de todo cristiano. Pero este mundo mejor sabemos que no lo vamos a disfrutar en esta vida, sino en la otra, con Dios. Lo que hagamos ahora es la preparación para esa vida eterna en la presencia del Padre, en la patria celestial. Aquí, en esta vida, caminamos en tribulación y esperanza: un binomio inseparable que conforma el vivir cristiano inmerso en un mundo lleno de dolor y pecado. Este mundo Dios lo transformará al final en aquello que el había querido desde el principio. Entonces, al final de todo, se restaurará el universo, y este mundo, tan lejos de Dios, se someterá enteramente a Él. Con los ojos fijos en esta esperanza futura el discípulo de Cristo es capaz de todo para que a esta patria muchos puedan llegar. No se conforma con llegar él solo. No. Quiere llevar a muchos, a multitudes, a naciones entera, pues todos caben en su corazón, ensanchado por la gracia y el mismo amor de Dios. No se contenta con pocos, con un grupo, un movimiento o una comunidad. Su mente esta en la salvación de todos y a esto apunta su corazón. Su alma no descansa hasta que vea a sus hermanos unidos también al mismo madero, el de la Cruz gloriosa de Cristo, y aunque todo aquello que dijimos al comienzo fuera cierto – y lo es – el no desfallece, porque no está solo, el Señor del universo corre a su lado.

Me imagino a cada cristiano ardiente y fervoroso por la salvación de las almas como a un soldado que corre por el campo de batalla, en medio de estallidos de bombas y el peligro de la muerte, recogiendo a sus compañeros heridos y cargándolos en sus hombros. Así vive el hijo de Dios conciente de su misión de cristiano: salvando heridos: heridos por el pecado, la miseria y el dolor, heridos por la desesperanza y las tentaciones, heridos por la soledad. Heridos por un mundo que a sus hijos los devora sin compasión. El discípulo los busca a estos hombres y mujeres para salvarles de la muerte – eterna – y curar sus heridas sin importar los peligros para su propia vida.

Jamás he visto a un verdadero cristiano tener miedo a lo que le pueda suceder. ¿Por qué? Porque confía en las promesas de su Señor, que nunca miente y que es siempre fiel. Por eso entrega su vida también como su Señor.


Estoy cansado...es una frase muy común en mi léxico personal. Trabajo que no termina más y tareas nuevas cada día son la constante. Pero mi alma no descansa porque se alimenta y vive en aquel que "sigue trabajando": sigue trabajando porque es necesario rescatar y salvar, es necesario buscar y encontrar. Y la tarea aún no ha concluido, porque hay, como siempre hubo y habrá hasta el final, hombres y mujeres que necesitan y precisen de alguien que les salve y les tienda la mano....

Hablaré del amor hasta que lo entiendan!


El amor ha sido la única señal que Jesús deseo que sus discípulos llevaran al pecho. No pidió que nadie llevara la cruz, ni un rosario al cuello, ni alguna marca externa y superficial, sino solo el amor: “En esto reconocerán que sois mis discípulos, en que os amáis unos a los otros”. Sin embargo, muchos cristianos aún no han comprendido este mensaje y, en realidad, no le creen a Jesús; es que si le creyeran ya lo hubieran hecho, o al menos intentado. No que quiera cuestionar el hecho de los signos exteriores pues yo mismo llevo uno, sino el de ver el verdadero sentido de las cosas.

Sin embargo, la base de todo el problema no esta tanto en el hecho de amar o no amar, sino en qué entendemos por amor y cómo lo expresamos. El sabio Aristóteles, al hablar del amor, hace ya 25 siglos, lo definía diciendo que es el “Querer el bien del otro en cuanto otro”; y en esto esta una gran verdad. Vamos a descomponer esta frase en tres partes para lograr observar por lo menos escuetamente las tres notas esenciales de este amor.

Querer

La nota característica e inicial del amor esta en el que esta constituida de voluntad. Esta voluntad es lo que nos hace diferentes de los animales. Por la voluntad, la diferencia entre el hombre y el animal es “infinitamente infinita” (Pascal) y no hay modo de conciliar. El animal cuando quiere algo lo quiere porque desea y siente el instinto y no lo puede contener, porque su ser animal lo impulsa a alcanzarlo, aunque sea a costas del perjuicio de otro o del suyo propio. Si tiene hambre saltará indefectiblemente por la mano de su dueño aunque la descuartice. Pero el hombre esta en otro nivel. Es capaz de contener sus deseos, instintos y pasiones cuando estos no pueden ser para bien de otro o de sí mismo. Puede hacer algo bueno aunque esto no le apetezca ni le atraiga o inclusive le repugne. Por el contrario, es capaz de dejar de hacer algo que le agrada y apasiona si esto puede no ser para bien ajeno. Frases como “no puedo dejar de quererle”, “no le soporto” o “no le puedo perdonar” son expresión clarísima de una vida esclavizada bajo el imperio de los sentimientos.

El hombre, por esta capacidad única, debe dominar sus instintos, pasiones y sentimientos y no al revés, como suele suceder. Con la excusa de “libertad” nos hacemos esclavos de las pasiones. Por e contrario, por la voluntad es capaz el hombre de dominar sus sentimientos y canalizar sus fuerzas hacia el verdadero amor que nace de la voluntad de amar. Por otro lado, no se debe caer en el error de pensar que los sentimientos no sirvan; ellos hacen parte del amor, pero no tienen que nacer de pasiones irracionales e incontrolables, sino de la voluntad de amar. Solo así se explica el perdón concedido por Jesús a sus verdugos en el patíbulo de la cruz: “Padre, perdónalos por que no saben lo que hacen”. Este es el amor. Solo un amor así es capaz de amar. Solo un amor así es capaz de amar al prójimo aunque en nuestra lógica esto sea ilógico.

Es necesario “querer”. Para esto es necesario “querer querer”. A su vez, para ello es necesario “querer querer querer…”. Y así sumariamos indefinidamente hasta alcanzar nuestro objetivo. Sin voluntad, el amor nunca se realizará, y nunca dejará de ser un jueguito de niños que terminará cuando ya nadie tenga ganas de seguir jugando.

Querer el bien

La segunda nota es el deseo del bien para el otro. El que ama busca el bien del otro y no el suyo propio. Busca que el otro sea feliz, que no tiene nada que ver con alegría o risitas desmedidas. Esta felicidad es la que se logra alcanzar en la realización del ser. Uno es feliz cuando es lo que es. Entonces el amor busca la realización del amado, logrando que el amado llegue a ser lo que debe ser y nada más, aunque uno mismo se vea abatido o golpeado. Aquí también vemos la realización de este ideal en el mismo Jesucristo que da la vida por el bien de sus discípulos y, aunque luego recobra esta vida, pero ya glorificada, no duda en renunciar primero a ella para el bien de aquellos a quienes ama: “No hay amor más grande que aquel que da la vida por sus amigos”.

Aquí es importante recalcar que el bien que se busca debe ser un bien real y objetivo. Unos padres que bajo la excusa del bien de sus hijos les conceden todo solo para que no se entristezcan, no es amor verdadero. Es un amor de concesiones si sentido. El amor a veces pasa por el dolor y la renuncia. No todo lo agradable es un bien. La cruz no era agradable, sin embargo “Dios no guardo a su propio Hijo por nosotros”.

Querer el bien del otro en cuanto otro: La expresión “en cuanto otro” da el sentido a la idea: se ama al otro no por lo que me pueda dar, sino por lo que es, pura y simplemente. Y ¿quién es el otro sino mi prójimo? ¿Quién es el otro sino hijo de Dios? ¿Quién es el otro sino objeto del amor infinito de Dios? ¿Quién soy yo para cambiar los conceptos de Dios? Se ama al otro por lo que es esencialmente, no superficialmente. En su esencia, hasta el peor asesino es un ser humano, objeto del amor de Dios, aunque sus pecados le condenen al infierno. Es necesario amar no por las cualidad y menos solo cuando hay cualidades, sino siempre. Y se ama al otro porque es digno de eso. Y si Dios lo ve digno de su amor ¿qué me creo yo para ser más severo que el mismo Dios?

Este tema es más extenso que unas pocas líneas. Esta cuestión del amor en la CMJ siempre se sintetizó en un pensamiento que recorre todo nuestro trabajo: El amor no es un sentimiento, sino la decisión de amar. Hay que hacer lo que tiene que ser hecho: amar. Sin este principio tengo la certeza que nunca estaríamos donde estamos ni haríamos lo que hacemos, porque no es fácil tener que renunciar al calor del hogar o de una familia para poder hablar a un mundo que no siempre escucha; y es que se ama a los hombres no por lo que hacen, sino por lo que son y porque necesitan ellos del bien de la salvación. Pero este concepto no es solo para los misioneros, sino que es necesario enseñar a otros y decirles que mientras vivan en el amor superficial es muy probable que sigan viviendo en la mentira y vaciedad de ese mismo amor. Solo el verdadero amor puede llenar nuestras vidas; el verdadero amor a la manera de Jesucristo.

Bendiciones.

Tu vida es tierra fértil

Queridos hermanos:

“Estaré con ustedes todos los días hasta el fin de la historia” Mateo 28,20
Esta fue la promesa de nuestro Maestro, Jesús, antes de regresar a la diestra del Padre dejándonos la misión de anunciar el evangelio a todas las naciones.

No es un encargo pequeño ni mucho menos algo opcional. Es la gran misión y la que hizo y hará que la Iglesia, la única Iglesia de Cristo, perdure hasta su segunda venida.

Mientras aguardamos su retorno, es tiempo de trabajar. Tiempo de poner manos a la obra y sacar de esta tierra sus mejores frutos. Tu vida es tierra fértil que no puede quedar improductiva ni abandonada. Ha sido hecha para producir. Pero no una producción material, sino frutos de santidad. Por eso, aunque todos pongamos manos a la obra, no todos haremos lo mismo. Algunos tendrán que trabajar por su cura interior, otros por la cura interior de sus hermanos; y así, extremos aparen- temente opuestos se reencuentran en el único servicio de amor a Dios.

Manos a la obra y a servir en lo que el Señor nos ha solicitado. Saben muy bien donde deben servir y no tienen excusas para no hacerlo.

Cada uno sabe donde debe entregar su vida, a que debe renunciar, que decisiones debe tomar. Pues, que las haga, y rápido; porque el enemigo no espera; y el mundo se pierde en el pecado, yendo a una eternidad sin Dios, mientras seguimos girando alrededor de nuestro egoísmo, de nuestros proyectos, de nuestros planes de vida, que sin dejar de ser buenos, pueden en cambio convertirse en obstáculos insalvables para realizar la voluntad de Dios.

Les invito a dar pasos firmes y valientes, no fundados en certezas terrenas, no fundados en lo que vemos o sentimos, sino fundados en la Palabra de Dios. No busquen seguridad en su decisión por lo que ven con los ojos, sino por lo que el Señor nos prometió, por lo que vemos con la fe. No confíen en sus fuerzas, más bien confíen en la fuerza de Dios, que no tiene nada que ver con la nuestra. No confíen en sus planes, más bien confíen en los planes de Dios. No pongan la mano en el arado y miren hacia atrás, miremos más bien hacia delante y prosigamos en la carrera hasta llegar a la meta, que ni es la fama, ni es el bienestar familiar, ni es la comodidad material, sino el único signo de victoria dado a los hombres: la Cruz de Cristo.

Que Dios les bendiga.

Vivir la verdadera vocación es una manera de ser héroe.

Fuente: blogpad.blogspot.com

Hace más de una semana fui al cine a ver la película “Spiderman 3”. La verdad es que las películas de superhéroes no me llaman la atención en lo absoluto, sin embargo no puedo negar que me parece que “Spiderman” tiene un cierto matiz que marca la diferencia entre los superhéroes fuertes, decididos, temibles, ganadores, etc.
Cuando nos detenemos en Superman, por ejemplo, vemos a un hombre proveniente de un planeta extraño que tiene superpoderes y defiende la humanidad… es un caso entre muchos en el que “el traje” define al hombre que hay detrás… superman es tal porque no tiene más opción, al igual que muchos personajes fantásticos existentes en nuestra memoria colectiva (sin afán de ofender a ningún fans ).
Lo que pasa con Spiderman (y es lo que marca la diferencia), es que se logra ver al hombre (y se da énfasis al ssert humano), que hay detrás, es decir, Spiderman es Peter Parker y no al revés.
Peter es un joven estudioso, un poco torpe, nerd, tranquilo, etc… que… de repente y a causa de un accidente se ve envuelto en todo el juego de superpoderes… y tiene que aprender a manejar sus nuevos poderes, debe aprender a responsabilizarse de si mismo.
En la primera parte hay un mensaje que le dice el tío antes de morir “una gran responsabilidad
implica renuncia” y la 1º historia gira en torno a este paradigma…
En la 2º parte Peter se enfrenta a la posibilidad de no ser Spiderman, entra en una crisis vocacional que le lleva a desistir de la tarea que la vida le encomendaba.
En la 3º parte de la historia, Peter se enfrenta a si mismo, hay un torbellino dentro de él que debe aprender a explorar para tomar una decisión madura de su vocación.
Siento que toda vocación tiene un poco de lo que se presenta con este superhéroe… el camino de madurez humano tiene que ver con una búsqueda por parte de cada un@ de nosotros hacia aquello que nos hace sentir plenos y a lo cual sentimos que fuimos invitados. Dentro de esta experiencia vocacional tenemos momentos en los cuales dudamos de nuestra decisión y momentos en que la afirmamos.
Vivir la verdadera vocación es una manera de ser héroe, pues ello nos exige confrontarnos, buscarnos, desafiarnos y dejarnos conducir por los otros (nos pide que seamos valientes). Es estar atento a lo que ocurre en nuestro interior, en nuestra vida.
Ser héroe no quiere decir ser fuertes y salvadores del mundo o ser intachables y perfectos. Me refiero a un ser héroe como Peter Parker. Ser héroe humildemente sabiendo silenciar cuando es necesario y sabiendo dejar lo que aparece atractivo pero que no nos hace vivir nuestra vocación.
Asi como Peter Parker, estamos invitados a tomar nuestra vida en nuestras manos y comenzar a hacer opciones de vida (ello implica atrevernos a mirar todas las posibilidades), que marcan la diferencia, que nos identifican… aunque ello implique recorrer un camino que exige y se dificulta por momentos… aunque ello implique enfrentarnos a nuestros miedos y sombras como ocurre en la 3º parte de la saga.
Después de ver “Spiderman 3” sentía que tenía que escribir algo referente a lo que esta película me hizo reflexionar. No quiero extenderme mucho, aunque ya escribí bastante… otro día profundizo un poquito más…

Tortura China (Exámenes)


Bueno.. no es tanto así, pero más o menos. Hoy rendimos la primera prueba final del semestre aquí en el Seminario Mayor y fué un tema. La materia: Lengua Española.

Pero muchos se preguntaran que tiene de complicado estudiar Castellano o Lengua Española... Yo les digo que no saben lo que dicen, y menos si es que el profesor no es Nestor Sequeiros.

Bueno, sin injusticias, puedo decirles que es un excelente profesor, además de exigente, es sumamente sencillo y humilde. Pero su materia es el tema, y sobre todo las lecciones que desarrollamos en este semestre: proposiciones subordinadas.

No quiero ni escuchar más ese nombre de terror.

Por otro lado, no solo yo, sino todos los alumnos de mi sección nos hemos dado cuenta cuan atrasados estamos en la educación, no sólo en nuestro país (segun el prof. Sequeiros que es argentino), sino que en todos lados. Ese si es un problema. Y quien no tuvo un profesor que te diga: "hace así nomas ya... yo te corrijo después". Esos son unos asesinos! les condeno a todos mis profesores que no me forzaron a estudiar y a aprenderme las lecciones! Estos profesores por cuyas culpas no sabemos lo suficiente y no estamos preparados para pensar...

Ese es el tema: no estamos preparados para pensar y no nos enseñan tampoco a pensar. Alguien alguna vez me dijo que "e este país no nos preparan para ser jefes sino empleados". ¿Y no es cierto que cualquier japonés (por ejemplo) no viene aqui y en ves de hacerse empleado como lo hacen miles de paraguayos en España, se hacen jefes, patrones, dueños de empresas... estamos maaaal!

Por eso apuesto de nuevo a una educación que se deje de jodas (perdon! pero es cierto) y no enseñe lo que hace falta para formar personas libres.

Ya terminé!

Ley sobre Salud Sexual, Reproductiva

Breve análisis del “Proyecto de Ley sobre Salud Sexual, Reproductiva y Materno-Perinatal”

En todas las entrevistas Carlos Filizzola plantea que el proyecto de Ley tiene como última finalidad es “la prevención y asistencia a las víctimas de hechos punibles contra la autonomía sexual”. Sin embargo, numerosos sectores de la sociedad se han manifestado totalmente en contra de tal propuesta, considerándola como una “pre-ley” para caminar hacia futuras concesiones respecto al aborto y al matrimonio homosexual.

El Senador Carlos Filizzola niega rotundamente que su proyecto de ley pueda dar pie al matrimonio homosexual y al aborto, alegando que para ello se debería modificar la constitución. Sin embargo, el documento del Proyecto de Ley contiene numerosas ambigüedades que pueden ser interpretadas de una u otra forma. En algunas de ellas, se alude expresamente a la unión homosexual, y esto ya sería suficiente como para iniciar un proceso de inconstitucionalidad.

Los propulsores del proyecto se defienden diciendo. “no es eso lo que queremos, sino esto”, pues bien, si esto otro es lo que quieren promover, que por cierto es muy justo – según parece – es fundamental utilizar términos y expresiones exactas y no ambigüedades que puedan dar lugar a interpretaciones equívocas y usos impropios.

Al hacer este sencillo análisis, no quiero referirme a mi fe católica, pues esta es una ley para todos y, como nuestro en país se asegura la libertad de culto, no puedo imponer criterios cristianos para que todos lo sigan, pero puedo alegar criterios juiciosos comunes a la dignidad intrínseca y natural del hombre.

A continuación, expongo algunos de los polémicos artículos y mis particulares objeciones. Dichas objeciones las quiero realizar partiendo desde algunas concepciones filosóficas, antropológicas y morales que creo pueden ser de común patrimonio entre todos los habitantes de este país, y de cualquier persona sensata.

27230265_c9f7fc714b_o.jpgArt. 6: Queda reconocido como derecho a la salud sexual, la realización plena de la sexualidad personal comprendida dentro de los principios de derecho a la autonomía e integridad: derecho a la privacidad y derecho a la libre opción sexual.

Queda abolida cualquier práctica que implique discriminación por razón del sexo, o de las preferencias sexuales.

Cuestionamiento:

Analizando el significado de este artículo desde el punto de vista sintáctico, quiero simplificarlo así: Queda reconocido como derecho: derecho a la privacidad y derecho a la libre opción sexual. No era necesario disfrazar la intención de liberar la homosexualidad ubicándolo después de tanta glosa y al cabo de un derecho obvio de intimidad.

No existe libre opción sexual, puesto que esta no se elige, se nace con un género sexual definido que no puede derivarse a un simple elección. Esto hace referencia a principio llamado “perspectiva de género” que desarrollaré más adelante.

Respecto al párrafo 2, estas prácticas pueden ser: la prohibición de la Iglesia Católica para el ejercicio del sacerdocio a los homosexuales y el acceso a la comunión eucarística a aquellos que además de tener dicha tendencia, la ejerzan (tuve que realizar forzosamente esta referencia a la fe católica porque en este aspecto quizá sea la más perseguida).

Art. 8: La prescripción de cualquier método anticonceptivo requiere el libre consentimiento de la usuaria/o.

En caso de elección de métodos quirúrgicos e irreversibles de anticoncepción, será necesario información y asesoramiento, que asegure el estado de plena conciencia, y el conocimiento de los alcances, y las consecuencias de esta elección.

En estos casos será obligatorio el consentimiento escrito de la paciente que deberá ser mayor de edad. En casos de incapacidad, el consentimiento podrá ser del representante legal, que deberá contar con venia judicial.

Cuestionamiento:

La “incapacidad” del párrafo 3 también incluye a la carencia de mayoría de edad. Si esto fuera así, los padres podrían decidir sobre cualquier medio de esterilización o hasta incluso el aborto para sus hijas menores.

Art. 12: Durante el embarazo, el parto y el post parto, la mujer tiene derecho a:

c) Explicaciones claras y precisas sobre la evolución de su estado como la de su hijo/a, así como a decidir libremente sobre las alternativas según la situación que se presente.

Cuestionamiento:

¿A qué alternativas se refiere? ¿Qué más alternativas referentes a la “salud reproductiva” podría haber para un niño ya concebido y en gestación? Clara alusión al aborto posible en cierta “situación que se presente”.

Art. 13: La persona recién nacida tendrá derecho a…

Cuestionamiento:

Faltan los derechos de la “PERSONA” concebida. Se olvidó el legislador que el ser es protegido por ley y tiene derechos desde su concepción y, por consecuencia, se le debe atención desde su concepción.

ARTICULO 4 - DEL DERECHO A LA VIDA : El derecho a la vida es inherente a la persona humana. Se garantiza su protección, en general, desde la concepción. Queda abolida la pena de muerte. Toda persona será protegida por el Estado en su integridad física y psíquica, así como en su honor y en su reputación. La ley reglamentará la liberta de las personas para disponer de su propio cuerpo, sólo con fines científicos o médicos.[1]

Art. 17: Los centros asistenciales públicos de salud brindarán capacitación permanente en salud sexual y reproductiva con perspectiva de género al personal encargado de la prestación de dichos servicios.

Cuestionamiento:

“Perspectiva de género” es la referencia más falaz de la liberación del ejercicio de la homosexualidad. Esta propuesta pseudo-científica hace diferenciaciones que en realidad no existen, diciendo que sexo es distinto a género. En la perspectiva de genero se diferencian estos conceptos de la siguiente forma:

1. Sexo: Se refiere a las diferencias biológicas entre varón y hembra, incluyen la diversidad evidente de sus órganos genitales externos e internos, las particularidades endocrinas que las sustentan, y las diferencias relativas a la función de la procreación

2. Género: Es el concepto cultural que alude a la clasificación social en dos categorías: lo masculino y lo femenino como una construcción de significados, donde se agrupan todos los aspectos psicológicos, sociales y culturales de femineidad/masculinidad siendo, por tanto, la acción de la sociedad definitiva para su aprendizaje y desarrollo.

Planteando de esta manera, podríamos concluir es “la sociedad la que enseña a sus miembros a comportarse como hombres o como mujeres y que este comportamiento cambia de acuerdo con la época y lugar en que se vive”[2] siendo de esta manera el comportamiento sexual, la sexualidad y su ejercicio totalmente subjetivos.

Esta propuesta atropella violentamente la objetividad de la verdad, haciendo que cada uno elija lo que más le agrada o “lo que la sociedad le enseño”, negando que cada ser humano nace con características sexuales propias e insustituibles. No se puede separar al varón, constituido genitalmente de “pene y testículo” – perdone la expresión; tomen como una descripción biológica – de su ser hombre. Lo mismo con la mujer. Que las cultura haya asignado ciertos parámetros de comportamiento a hombres y mujeres en diferentes etapas de la historia, no significa la posibilidad de estar en desacuerdo con la realidad de que “yo nací varón” o “yo nací mujer”.

Pero, aunque todo esto no diga en el proyecto de ley, el concepto de “perspectiva de género” es explicado y aplicado de esta manera, y es sostenido con fervor por numerosas asociaciones homosexuales en todo el mundo. Si el Senador no quiere ser mal interpretado, mejor deberá cambiar esta expresión.

Pero si su intención es realmente la que parece, pues cae en una profunda contradicción e ignorancia de la verdadera dignidad humana que solo se realiza haciendo del hombre lo que este debería ser, y no lo que uno por “libre gusto” decida.

Art. 19: El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social en coordinación con el Ministerio de Educación y Cultura y las municipalidades tendrán a su cargo la capacitación y formación de agentes aptos para:

b) Promover la inclusión curricular de las mencionadas políticas y del contenido del presente Programa en los centros educativos públicos y privados, asimismo, se fomentará la educación y capacitación orientadora en salud sexual y reproductiva al personal docente.

Art. 20: Las políticas mencionadas en los incisos a y b del artículo anterior, deberán incluir los siguientes contenidos:

b) Información completa y adecuada sobre métodos anticonceptivos, su efectividad y contraindicaciones, así como su correcta utilización para cada caso particular.

d) Equidad de género

Cuestionamiento:

Si todo lo planteado anteriormente en este análisis es cierto, lo peor de todo será que se incluya en el currículo educativo de las escuelas públicas y privadas. Los niños y adolescentes serán guiados a “comprender” que fue la sociedad la que les “impuso” el género que ellos “piensan que tienen” y que de ahora en más ellos pueden “decidir” por el género que mejor les parezca.

¡Por favor! El negocio del espejito ya no tiene sentido.

Art. 23: El incumplimiento de las obligaciones emergentes de la presente ley, será considerado falta grave a los fines sancionatorios, sin perjuicio de la responsabilidad civil o penal que pudiere corresponder.

Cuestionamiento:

Y aquí culmina el planteamiento de una sexualidad liberada y el camino más llano para la legalización del aborto. Pero si la presentación del proyecto de ley llegó a su fin, con este artículo comienza la persecución de aquellos que defiendan los valores de un auténtico concepto de persona, familia y sociedad. Toda la libertad que fue tan evocada en los artículos iniciales, es totalmente ofuscada por una disposición que sanciona a quienes no estén de acuerdo, y aquí somos muchos: Instituciones Pro-Vida, Iglesias cristianas, personas de buena voluntad.

Conclusión

No es posible querer reclamar una supuesta libertad sacrificando la dignidad intrínseca del hombre y la mujer, de la familia y de la sociedad. La libertad debe ser para ejercer la dignidad y buscar el bien, no para emular un juego de “muñecas”, donde yo puedo cambiar las ropas y el “género” a cualquiera de los personajes en cualquier momento. Hoy es Juan, pero mañana es María.

La implementación de una ley de este tipo lleva consigo consecuencias negativas no mensurables en la formación y madurez de un pueblo. Pues, si queremos preservar a este de la violencia y del abuso, no es legalizando lo injusto que vamos a lograr, sino a través de una políticas integral que abarque todos los aspectos de la vida de una nación. No porque haya aumentado el robo significa que tendré que legalizarlo, sino que habrá que ir hasta la raíz del problema.

Que haya muchos embarazos “no deseados”, no es motivo para proponer un proyecto de ley de esta naturaleza. Esa no es la solución. ¿Por qué nadie se preocupa en sacar de las radios tanta música “basura” que contamina las mentes jóvenes y las lleva al libertinaje sexual? ¿Por qué nadie se preocupa en educar a sus hijos diciéndoles que deben formar sus conciencias en la libertad para elegir el bien en vez del mal? ¿O será que ni siquiera el mal ya no sabemos distinguir?

Ciudad del Este, 09 de mayo de 2007.

Jorge Miguel Martínez Florentín

Diego Armando López Leiva



[1] Constitución Nacional del Paraguay.

[2] “Hablemos de salud sexual. Panorámica de la Sexualidad y la Salud Sexual. Sexualidad y género.” Organización Panamericana de la Salud. México 1998.

Acerca de mí

Soy Sacerdote, misionero de la Comunidad Misionera de Jesús.


El lema de mi Comunidad y el mío personal es:
Ad omnia semper paratum
(Estar dispuesto siempre y para todo).


Mi mayor deseo es ser luz del mundo: Vos estis lux mundi (Vosotros sois la luz del mundo)


Comunidad Misionera de Jesús
www.CMJesu.org
2009