Hasta de tu propia sombra



Por su interés, publico un post enviado por Análisis y Actualidad donde describe una situación que se está viviendo en todo el mundo. Muy en especial en Paraguay y sobre todo en mi CIudad del Este, que es donde vivo. Creo que el autor tiene mucha razón: si nos unieramos todos, podríamos luchar y terminar venciendo esta enorme inseguridad que no nos deja vivir tranquilos.

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Algunos de los sabios consejos de la abuelita rezan así: hay que desconfiar hasta de nuestra propia sombra. Y no está de más recordar el consejo cuando la inseguridad, la violencia y los robos salen junto al sol cada mañana y muchos más junto a la luna cada noche. En algún país más, en otro menos.

La realidad fatídica de una sociedad corrupta, pese a ser un hecho de mucha “tradición” mundial, es ya justo que termine, y termine cuanto antes.

Es incomprensible que aún tengamos que vivir precaviéndonos de todo y desconfiando de todos, ahogados en una especie de delirio colectivo de persecución… Ya es un hábito sumamente arraigado en nuestra sociedad, que cada cambio de gobierno vayamos a votar eufóricamente seguros que “este es el candidato que cambiará nuestro país”… y, cambio tras cambio, las cosas parecen seguir igual…

¿No es injusto llegar al extremo de cuidarnos de todo al salir a la calle? Es ridículo que tengamos que vivir en una situación de salir arropados de miedo hasta para comprar una gaseosa en la tienda de la esquina.

La reciente frase del presidente de México Felipe Calderón (4 junio 2010): “cuando nos dividimos, a los mexicanos nos va mal”, es un portento de sabiduría… Los clásicos latinos dirían: “divide y vencerás”. En fin, la cosa es que unir fuerzas es un reto enorme, pero sumamente necesario para contrarrestar la inseguridad en nuestro mundo. No en vano dice el dicho que la unión hace la fuerza. Es como los dedos de la mano: sueltos son sumamente débiles, pero unidos, bien apretados… no hay cara que aguante un buen puñetazo…

Y todo esto para decir que urge unir fuerzas contra lo negativo de nuestro planeta, y que el no hacerlo es fuente de continuos y pesados problemas.

Sócrates, en el Fedón (89e), hace una reflexión sumamente interesante: “…que los buenos y los malos son muy pocos los unos y los otros, pero muchísimos los de en medio”. Es decir, que, por desgracia, los mediocres en el mundo somos mayoría… y ¿no es verdad que esto es así? ¿No son en realidad muy pocos los buenos que hacen algo en serio por cambiar la marcha del planeta? ¿No es cierto que los malvados son también un sector minúsculo de nuestro mundo que, sin embargo, hace mucho ruido?

Los “muchísimos del medio” seguramente tenemos buenísimas intenciones de ser mejores personas y dejar una profunda huella positiva en esta vida. Pero la realidad es que pasar esto a la práctica es casi un cuento de hadas. Pensemos: si esa mayoría se uniera, en serio, en la lucha por el bien… ¿cómo sería la sociedad hoy? ¿Acaso no quedaría aniquilado el mal que tanto odiamos? ¿No sería otro el rumbo del planeta?

Quién sabe… hasta el día de hoy no se ha hecho la prueba. Lo que sí queda claro es una cosa: si mañana todos “los de en medio” nos levantamos decididos a hacer frente al mal, unidos todos por ese ideal, entonces el mundo cambiaría notablemente.

Por lo menos sería un notable avance levantarnos sin temer a nuestra propia sombra…

2 comentarios:

Anónimo 25 de junio de 2010, 12:33 p. m.  

Interesante! Pero pienso que debido a nuestra diversidad de pensamientos y formas de ser, va a ser difiiicil que tooodos nos pongamos a pensar igual para luchar contra el mal.

Saludos y bendiciones!
@ferugarteCN

P. Miguel Martínez, cmj 25 de junio de 2010, 12:35 p. m.  

Es cierto... peeeero... si mañana todos “los de en medio” nos levantamos decididos a hacer frente al mal, unidos todos por ese ideal, entonces el mundo cambiaría notablemente. Ese es el punto.

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Acerca de mí

Soy Sacerdote, misionero de la Comunidad Misionera de Jesús.


El lema de mi Comunidad y el mío personal es:
Ad omnia semper paratum
(Estar dispuesto siempre y para todo).


Mi mayor deseo es ser luz del mundo: Vos estis lux mundi (Vosotros sois la luz del mundo)


Comunidad Misionera de Jesús
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2009